Según testigos de los hechos, los oficiales de Policía cargaron contra un grupo de manifestantes que había quemado neumáticos y levantado barricadas en las carreteras, falleciendo un joven a causa, supuestamente, de los golpes provocados por los antidisturbios.
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El joven habría muerto tras ser alcanzado en la cabeza por una bomba de estruendo o un cartucho de gas lacrimógeno. Tras la muerte del joven, los transportistas indignados atacaron el centro de Diutama con piedras, rompiendo mobiliario urbano, escaparates y ventanas, lo que provocó la salida de tanquetas y tropas del Ejército para apaciguar y devolver el orden a la ciudad.
Las protestas de los transportistas se registran en diferentes ciudades y regiones del país, entre ellas la capital, Bogotá, donde bloquean calles y accesos. Los transportistas reclaman un mejor precio para las mercancías y la disminución de los precios de los combustibles, entre otras exigencias. Asimismo, denuncian que el Gobierno ha incumplido la mayoría de los pactos a los que llegaron hace dos años.
